Revista Zero Mendoza Argentina

MÚSICA

CÉSAR ANDINO

UNA LECTURA SOBRE LA REALIDAD A TRAVÉS DE SUS OJOS

Cuando supe que tendría la oportunidad de charlar con Cee Andino, lo primero que pensé (luego de que mi niña darky interior saltara de alegría) fue que deseaba salir de la estructura de los tópicos precocidos que suele encontrarse en las notas a personas del rock. Quería saber cómo era ese hombre atravesado por la música y la palabra, qué había detrás de las luces del escenario, qué motor lo impulsa a seguir un camino arduo pero grato. Sobre el final, y ya conversando off the record, él me dijo algo que me quedó resonando, y que guarda absoluta coherencia con lo expresado. Me dijo ”A veces es complicado vivir de esta manera. Pero lo que pasa es que yo soy rockero antes de tocar”. Y lo entendí perfectamente, como creo que cada uno de ustedes lo entenderán.  

Al ser una banda en boga, vigente durante tantos años, se ha ido sumando público: ¿Cómo pensás que perciben tu música las nuevas generaciones? 

Yo creo que las nuevas generaciones están más que nada en lo último, en lo que se está escuchando, el Trap, la movida de la música urbana. Y los chicos que escuchan rock son chicos más grandes, que están acostumbrados a otro tipo de música, sobre todo a las bandas de los 2000 al 2010, que fue la última gran camada de lo que salió en el país. Ahora también hay, digamos, un montón de bandas nuevas de rock que están muy buenas, están buenísimas. Inclusive hay una de rock alternativo que es Usted Señálemelo, son de Mendoza los chicos y es una banda fresca, novedosa. 

Siempre va a haber rock, eso. El otro día fui a un show de Las Pelotas y el público era de 30 años, digamos. Entonces se nota que hay diferentes tipos de generaciones y de personas que necesitan la música. Pero bueno, yo creo que los chicos de hoy perciben la música de rock como una alternativa más. Antes era la única que había, ahora es una de las tantas, y dentro de eso Cabezones sigue siendo una alternativa de música de un rock diferente, de un rock que no es ni pesado, ni pop, y que fuimos los cultores en un momento , uno de los precursores de esa movida.

¿En qué sentís que ha cambiado tu forma de componer o afrontar los procesos creativos desde que iniciaste, en comparación con el ahora? 

Yo creo que uno va madurando, va madurando en todo sentido en la vida y vas escribiendo de otra manera, te importan otras cosas;  y en eso seguramente nosotros, o yo particularmente, me fijo mucho más en cómo componer una canción, en la letra sobre todo, en lo que quiero decir, y sin ánimos de hacerla más compleja sí lo que quiero es que tenga un sentido diferente a lo que se está escuchando, y que sea una propuesta distinta a todo lo que se escucha. En eso sí me preocupo, y es un proceso más… como más profundo, quizás, sin la frescura de antes, que eso es un problema también, con mayor responsabilidad, no sé cómo decírtelo, pero sí que uno busca que, con el paso de los años, la banda  en este caso, o las canciones, lo que yo escribo (porque también me gusta escribir mucho) tener un sentido más profundo en cuanto a los significados. Eso sí me parece importante, que signifique algo, que a la gente le quede algo cuando escucha Cabezones o cuando lee algo mío. Me gustaría, me encantaría, que tenga una significancia importante. 

De hecho el próximo proyecto de Cabezones es un vinilo para el año que viene, el primer vinilo de la banda. 

¿Cuál es tu opinión con respecto a las nuevas formas de composición? ¿Y con respecto a la estética musical actual masiva? 

Como toda corriente nueva yo creo que tiene sus cosas buenas, me refiero musicalmente. Y también hay canciones pasajeras, situaciones que no están mal, son parte de una movida diferente a la nuestra que no tiene comparación, y bueno, me cuesta mucho sentirme atraído, pero sí veo que es mucha movida, tiene su parte sonora muy interesante, muy intensa. Ahora, muchos de los chicos que están haciendo música urbana para tocar en vivo eligen músicos de rock, y eso también me gusta porque ver amigos o compañeros tocando a un nivel de estadio está buenísimo. Y también me gusta que volvamos cayendo en lo mismo, en que hay que tocar la música, quizás al principio para hacer los demos o para hacer sus composiciones, los chicos se encierran en su home studio y hacen sus bases, pero para tocarlo en vivo necesitan una banda, necesitan músicos, necesitan que esa canción suene y para eso hay que buscar músicos que lo toquen, que lo sientan, que lo puedan trasladar. Y bueno, pero también, por ejemplo, la canción “más famosa” o más hitera del último tiempo, que fue la de Wos. Era una guitarra acústica y él cantando, o sea que si querés nos retrotraemos a los ´70s con Charly García y Nito Mestre creando una canción con una guitarra acústica Por eso te digo que todo da vueltas, sí, y me parece que son momentos de la música. 

Por ejemplo, ahora está una corriente muy poderosa de hacer todas las canciones, todos los discos reeditados en vinilo y es algo sano, que discos que no se vendían o discos que estaban olvidados aparezcan en este formato y la gente los compre y vuelvan a tener su momento, porque son discos imperdibles. Lo único que añoro es eso, la salida de CDs, de los discos, y que la música que me gusta esté disponible en las disquerías.

¿Aún sentís dentro tuyo ese llamado del pospunk en tu obra? (Esto me interesa más a mí, es una pregunta egoísta) 

Yo creo que el pospunk está dentro de todo lo que es el espíritu del rock, el hecho de hacer canciones que tengan un significado que movilice, que te transmita cosas, que uno sienta que es fundamental en la vida tal canción. Como cuando éramos adolescentes, que nos parecía que tal artista o tal banda o tal canción era fundamentales para que nosotros podamos vivir… o le dábamos esa importancia única a un artista y los shows eran una celebración única, casi.  Me parece que el hecho de vivir en este país que tiene tantos altibajos económicos y sociales hace que la música sea un escape, una continua banda sonora de nuestras vivencias. Aparecen bandas que traducen eso fielmente, me parece que el pospunk en Argentina va a estar siempre en la música, es fundamental casi, es la mirada social en la música. Aunque las letras hablen de otra cosa, siempre va a estar presente en la música de Cabezones. 

¿Notas diferencias en la reacción del público en vivo a lo largo del tiempo?

Últimamente en los shows tenemos una conexión más cercana, y yo creo que se debe también a la maduración de la banda. Y a mí en particular, tener esa responsabilidad artística que antes no tenía es algo diferente. Noto el esfuerzo que hace la gente para pagar una entrada en estos momentos de crisis, y lo valoro muchísimo. Que me sigan acompañando a pesar de la cantidad de tiempo que pasó… Siento que es una celebración, que la música está pasando por un momento como el país, diferente, extraño, y creo que una banda de rock es importante para que sea ese escape, esa compañía, ese faro, para que en ese momento la gente se sienta de una manera diferente. Creo que es la única manera de poder continuar, por lo menos para mí, me siento mucho más acompañado ahora, me siento muy querido, y la verdad que es un momento hermoso el que está atravesando nuestra banda en vivo.

¿Ha cambiado tu posición sociopolítica a través de los años? ¿Sentís que se ha reflejado en tus letras? 

Todo lo que pasó estos años es algo complicado, difícil, han aparecido nuevas tendencias, nuevos problemas a nivel mundial, de hecho la pandemia ha sido algo que ha aparecido en miles de películas y nunca había ocurrido; o no lo habíamos vivido, mejor dicho, y fue algo que atacó al mundo entero y fue increíblemente problemático. Fue una locura lo que sucedió, todas las personas encerradas en sus casas en todo el planeta. Fue algo muy traumático para muchos, muchos perdieron a sus seres queridos, mucho tiempo sin poder trabajar, la economía sufrió muchísimo, las economías personales, me refiero. Fue un proceso que se vivió con mucha angustia, desesperación. Pero bueno, los argentinos estamos acostumbrados a vivir este tipo de situaciones, no lo de una pandemia pero sí la angustia, la desesperación, la incertidumbre… y eso es parte de la vida, pero a nosotros, como argentinos, parece que nos toca mucho más seguido. 

¿Qué opinión te merece y en qué posición te sentís más cómodo: seguís considerando el disco (compositivamente hablando) como una obra en su totalidad que incluye incluso el arte de tapa, o sos partidario de las tendencias actuales de sacar singles aislados por plataformas como Spotify? 

Nos adaptamos a los singles ahora, porque es lo que industria demanda. También es una vuelta atrás, porque antes los artistas sacaban un vinilo de dos temas;  las compañías sacaban un vinilo de dos temas, y si ese EP funcionaba, venía el larga duración, te ponían un piso de ventas, no sé, tenías que vender 5000 de ese disquito para hacer un larga duración, un LP, un long play, y así funcionaba. Entonces los singles, lo que está sucediendo ahora, pero sin la edición física, es lo que yo extraño mucho, porque me parece que para el músico completa un círculo: el hecho de grabar, masterizar y editar  genera un proceso, y que después esa persona tenga en sus manos la obra, digamos… Pero bueno, cambió todo el sistema, la manera de reproducir música ahora es el celular, y tenés millones de canciones a tu alcance… 

Yo, como te decía, estoy volviendo a comprar vinilos, discos fundamentales y que más que nada los estoy como guardando. El otro día me sorprendía comprando un disco que ya lo tuve en diferentes formatos y que en vinilo no lo había tenido nunca…  me encantó todo como venía, el packaging y las letras, y las fotos… y bueno, considero que es una obra de arte, así que lo voy a tener hasta creo que me anime a escucharlo. Extraño mucho…  De hecho el próximo proyecto de Cabezones es un vinilo para el año que viene, el primer vinilo de la banda. Para mí existe la música cuando también  la podemos editar en este caso en un CD, en un cassette… pero editar, editar la música me parece que es algo fundamental para el proceso mental, para el proceso del músico.

¿Seguís en contacto con gente de la escena musical de los 90s? 

Sí, sigo en contacto. Muchos músicos, muchos amigos, y bandas que van y vinieron, o músicos que cambiaron de formaciones e hicieron nuevas. Pero sí, el otro día estuve en un show de Plan 4, una celebración de Gonzalo Espejo (baterista de la banda fallecido el 11 de enero de 2022) y me encontré con muchos amigos de la escena,  que ahora están tocando con bandas nuevas o que continúan con sus proyectos antiguos. Y fue un encuentro la verdad que gratísimo, me sentí muy bien, y me dio mucha salud ver a amigos que siguen en la música. Sigo en contacto con Corbata (de Animal, Carajo, Arde la Sangre) Mis amigos son de aquella época. 

¿Añoras algo de esa escena de hace 20 o 30 años atrás?

Y, añorar que había disquerías y que uno podía pasar un par de horas escuchando discos y leyendo en disquerías como Tower Records, cadenas como Musimundo, imaginate que eran sólo de ventas de CDs, imaginate si no se vendían CDs en aquella épocas (risas) Una locura, una locura lo que sucedía con el mercado, o como quieras llamarle, de la música. El hecho de que no se vendan más discos, de que no haya disquerías, que una cadena como Musimundo, imaginate ya con el nombre, se dedique a la venta de electrodomésticos (se ríe) es algo que si vos me lo hubieses dicho en aquellos años yo te hubiera dicho que estabas loca. Así es el paso del tiempo, el ritmo de estos momentos, y hay que acomodarse… extraño eso… la edición de discos, el festejo que había, la cola que armábamos para comprar un disco. O cuando sacábamos el nuestro, armar los packs de discos, mas remeras, mas autógrafos, mas posters, y las colas que se armaban para conectarte con los fans… Qué se yo, eso que se perdió me parece una pérdida sustancial del contacto que tenía la gente con el músico. Y bueno, tenemos que continuar, la vida sigue y tenemos que dejar las enseñanzas. La enseñanzas adelante, y lo que uno añora atrás, para poder vivir en paz y ser mejor persona. 

por Belén Luque | luquebelen@yahoo.com.ar

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